La Palma, conocida como la Isla Bonita, es un lugar del que enamorarse. Su impresionante relieve (es una de las islas más altas del mundo en relación a su superficie) ha permitido la creación de una amplia red de miradores regados por toda la geografía, que se extiende desde los acantilados costeros hasta las cumbres más elevadas.
Desde ellos podemos observar que La Palma cuenta con un paisaje variado y único, en el que se pueden encontrar desde frondosos bosques de laurisilva, hasta playas de arena negra o parajes volcánicos.
El mirador, vecino a la Ermita del mismo nombre, está ubicado en el extremo sur de un cráter declarado Monumento Natural.
Vista sobre la parte alta de la ciudad, con la casona señorial de la Quinta Verde a los pies y los molinos de Bellido un poco más hacia el oeste.
Desde aquí quedan claras las diferencias entre la llamada isla baja (sembrada de plátanos) y la zona de viñedos
El mirador se encuentra en un sendero situado sobre un volcán cuya erupción se produjo en 1677.
Permite divisar una de las costas acantiladas más espectaculares de la isla, entre la Punta de Topaciegas y el Porís (antiguo puerto) de Gallegos.
Sensacional vista de pájaro sobre los acantilados más viejos de la isla, con los fotogénicos roques marinos de Santo Domingo y el arranque de la playa de Bujarén en primer término.
Ofrece una panorámica del pintoresco paisaje agrario del municipio, desde el monte hasta la costa.
El desnivel de este accidente geológico es sorprendente, ya que pasa desde los 2.200 metros de altura hasta la cota cero en apenas 10 kilómetros de cauce.
Mirador muy cercano al Roque de los Muchachos, en la que la sensación de flotar sobre el vacío es aún mayor.
Quienes lleguen hasta arriba disfrutarán de una inolvidable vista de 360º sobre un tupido bosque de laurisilva.
Este mirador ofrece una panorámica de su parte baja, quizá algo menos espectacular pero desde luego mucho más accesible.
Encajado entre los sobrecogedores barrancos de Nogales y la Galga, el mirador se encuentra junto a la pequeña ermita de San Bartolomé
El mirador comparte topónimo con una de las playas más hermosas de la isla, enmarcada por una impresionante pared basáltica
Se pueden observar buenas vistas de las paredes septentrionales del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
Una de las mejores vistas panorámicas de la comarca oriental de la isla, con el límite norte en el Risco de la Concepción
Hacia el oeste dispone de buenas vistas hacia la vegetación de monteverde que cubre la mayor parte de la Cumbre.
Espléndidas vistas sobre el Valle de Aridane, con el volcán de Montaña Quemada en primer término
Tiene maravillosas vistas hasta la cresta central, hacia Santa Cruz y el aeropuerto.
Este mirador ofrece una panorámica sobre los tres municipios que forman el Valle de Aridane (El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte).
El mirador de Izcagua, es un conjunto de tres pasarelas suspendidas sobre el lateral del barranco.
El espectáculo más impresionante queda justo a los pies, con el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente en primer término.
El corazón del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente se abre a los pies de este mirador.
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