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Cielos de La Palma

La Palma es conocida internacionalmente por sus condiciones excepcionales para la observación de las estrellas. La calidad de sus cielos es tal que dispone desde 1988 de una ley para la protección de la calidad del cielo, siendo la primera Reserva Starlight mundial certificada por la Reserva Starlight, y reconocida a su vez en 2012 como Destino Turístico Starlight

Todo ello garantiza la capacidad de disfrutar de la visión de las estrellas y de conocer los valores científicos, culturales, naturales y paisajísticos asociados. 

¿Por qué La Palma?

El reconocimiento internacional de la Palma como destino de primerísimo nivel mundial responde a razones perfectamente justificadas. Son las particulares condiciones geográficas de nuestra isla las que impulsaron a los países europeos a decidirse por nuestro territorio. 

1. Una atmósfera estable

La primera condición necesaria para observar (por lo menos en el espectro de la luz visible) es que no haya nubes. A los meteorólogos les gusta decir que el cielo palmero es especialmente laminar, ya que la influencia de los vientos alisios favorece la concentración de la nubosidad a una altitud muy baja. Esta misma dinámica propicia además una estabilidad atmosférica difícil de igualar.

2. Un cielo oscuro

La propia condición insular de La Palma, rodeada por el Océano Atlántico, favorece la ausencia de fuentes de contaminación lumínica. La ausencia de grandes concentraciones urbanas en su territorio es otro factor beneficioso. Pero aún más importantes son los efectos de una Ley del Cielo que está a punto de cumplir 20 años de existencia. El texto legal, aprobado en 1988, faculta al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) para controlar las características de los alumbrados exteriores, así como las fuentes de contaminación radioeléctrica y atmosférica. El peculiar color amarillento de nuestra iluminación nocturna se explica precisamente por la aplicación de esta Ley, que afecta sólo a La Palma y a la parte norte de Tenerife.

3. Un aire limpio

En La Palma no existen industrias contaminantes de importancia. La escasa polución atmosférica que soportamos, consecuencia del tráfico rodado y de las plantas transformadoras de energía, es fácilmente desplazada por los propios alisios. 

Observatorio del Roque de Los Muchachos

En La Palma se halla el Observatorio del Roque de Los Muchachos (ORM), uno de los mejores lugares en el mundo para la observación del cielo, que se dedican al estudio de los astros. Situado en su cota más alta, a 2.426 metros, se encuentra el, por encima del llamado “mar de nubes”, donde existe una atmósfera limpia, sin turbulencias, estabilizada por el océano y los vientos alisios.

Inaugurado en el año 1.985 y regentado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC),el Observatorio del Roque de Los Muchachos (ORM), es uno de los complejos de telescopios más completos del mundo. 

El punto más alto de la isla es muy visitado por los curiosos que quieren disfrutar de una vista espectacular del resto de la isla y, en los días claros, de las islas vecinas de Tenerife, La Gomera y El Hierro. Hasta el Roque de los Muchachos se llega a través de Santa Cruz de la Palma por una carretera de 40 km., aunque también puede accederse desde el municipio de Garafía.

Se permite la circulación de vehículos por ambas vertientes del Roque de los Muchachos, pero gran parte de la superficie del Observatorio está cerrada al tráfico. Esto quiere decir que la mayoría de los telescopios pueden disfrutarse sólo desde fuera y a una considerable distancia. La excepción a la regla son las Jornadas de Puertas Abiertas.

Jornadas de Puertas Abiertas

Las Jornadas de Puertas Abiertas son la principal herramienta para acceder a las instalaciones del Observatorio del Roque de Los Muchachos. Se celebran puntualmente cada verano (las fechas son variables). Durante estos días, que normalmente coinciden con los fines de semana, es posible no sólo visitar los telescopios por dentro, sino también recibir las orientaciones de los científicos que trabajan en ellos. 

Tras una breve introducción general por parte del personal del IAC, los visitantes son separados en grupos y conducidos hacia el interior de las instalaciones, donde son recibidos y guiados por los equipos científicos responsables de su gestión. La vista dura en torno a dos horas y es posible reservar con antelación por Internet (www.iac.es). 

Información práctica:

 

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