La isla de La Palma fue la primera entre las islas canarias en contar con una Reserva de la Biosfera. El 30 de junio de 1983, la UNESCO declaró 511 hectáreas de la finca "El Canal y Los Tiles" Reserva de la Biosfera.

Sin embargo, el papel de las Reservas de Biosfera evolucionó vertiginosamente para convertirse en referentes pioneros del desarrollo sostenible. Por lo que el 6 de noviembre de 2002 se decide la ampliación de la Reserva de la Biosfera Los Tiles a la totalidad del territorio insular y se toma nota de su nueva denominación "Reserva Mundial de la Biosfera La Palma". Se convierte así en la tercera isla canaria, junto con El Hierro y Lanzarote en recibir la denominación. 

La Reserva de la Biosfera de La Palma abarca una superficie de más de 700 kilómetros cuadrados, incluyendo áreas terrestres y marinas. Se extiende desde el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente hasta el borde del mar, abarcando una gran variedad de ecosistemas, desde bosques de laurisilva hasta paisajes volcánicos y marinos.

La Reserva de la Biosfera de La Palma tiene como objetivo la conservación de la diversidad biológica y cultural de la isla, así como el desarrollo sostenible de las comunidades locales. Para ello, se promueve la investigación científica, la educación ambiental y la participación activa de las comunidades en la gestión de la reserva.

Entre las especies destacadas de la Reserva de la Biosfera de La Palma se encuentran el lagarto gigante de La Palma, el palmeral de La Palma y diversas especies de aves, peces y cetáceos que habitan en las aguas que rodean la isla.

La Reserva de la Biosfera de La Palma es un destino popular para el turismo ecológico y la observación de la naturaleza. Además, cuenta con numerosas rutas de senderismo y actividades al aire libre, que permiten a los visitantes explorar y disfrutar de la rica biodiversidad y cultura de la isla.

Reserva de la Biosfera de la Palma