Aunque se trata de una celebración religiosa de carácter insular, algunos de sus actos más originales tienen vinculaciones específicas con determinados municipios. Son las siguientes:
- El Aleluya (Tijarafe): Durante la misa de Pascua de Resurrección, un bullicioso grupo interrumpe la entonación del Gloria para proclamar, con pétalos de flores, la llegada de la Buena Nueva. Al día siguiente, durante la procesión vespertina, se vuelve a escenificar el momento, esta vez con las figuras religiosas de la Virgen de los Dolores y San Juan. Existe una tradición similar en Fuencaliente.
- Los Galanes (Puntallana): También durante el sábado de gloria cae el telón que oculta el retablo mayor y entra un nutrido grupo de danzantes en veloz carrera hacia el altar. Vestidos con camisas blancas y fajas rojas, se arrodillan formando una cruz y proclaman a voz en grito el aleluya de la Resurrección.
- Los gacios (San Andrés y Sauces): Los niños del municipio esperan al párroco a la salida de la misa del Domingo de Pascua. En la mano llevan manojos de gacias, una planta endémica de vistosas flores amarillas. Tan pronto como pone un pie en el umbral, los niños comienzan a descargar las varas sobre el cura, que corre a refugiarse en la casa parroquial. Y desde su balcón devuelve la descarga hacia los primeros, aunque esta vez en forma de caramelos.