Santa Cruz de La Palma es la capital de la isla de La Palma. Fue fundada el 3 de mayo de 1493 con el nombre de Villa de Apurón sobre una playa situada en una bahía que hacía de puerto natural. Posteriormente, y ya como Santa Cruz de La Palma, el rey Felipe II le concedería el título de Muy Noble y Leal. En su término municipal se encuentra el Real Santuario de Nuestra Señora la Virgen de las Nieves (Patrona de La Palma).
El municipio tiene una extensión de 43,38 km², con 4,03 km de longitud de costa. Se encuentra situado en la vertiente oriental de la isla de La Palma entre el Risco de la Concepción, en el borde de La Caldereta (antigua caldera volcánica), y el Barranco Seco. Goza durante todo el año de un clima suave si bien es habitual que su cielo esté cubierto por nubes debido a la influencia de los vientos alisios procedentes del Océano Atlántico.
Se trata de una pequeña pero entrañable ciudad que ha sido declarada en su totalidad como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico. Tal declaración nos da una idea muy acertada de los valiosos edificios y rincones que alberga.
El núcleo urbano se encuentra al nivel del mar, pero el territorio municipal se extiende hasta los 1.800 m de altitud. Los principales barrios son:
Su arteria principal, la Calle Real (Calles O’Daly y A.Pérez de Brito) junto con la Avenida Marítima, la calle Virgen de la Luz y la calle San Sebastián, de estilo colonial con fachadas de vivos colores, placetas con mucho encanto y callejones perpendiculares por los que vale la pena perderse, así como coquetos comercios, bares y restaurantes.
Entre sus calles encontraremos El conjunto compuesto por el Ayuntamiento, la plaza de España, la fuente y la iglesia del Salvador, sin duda el mejor conjunto renacentista de Canarias. Imprescindible visitar el interior del templo y sus fantásticos artesonados de estilo mudéjar que le dan un aire arabesco muy particular. Además, esta plaza, como veremos más adelante, es la gran protagonista de uno de los carnavales más importantes y originales del país: Los Indianos.
Probablemente una de las imágenes más icónicas de Santa Cruz de La Palma son los Balcones de la avenida marítima. Un conjunto de casitas pintadas en diferentes tonos y con unos maravillosos balcones de madera cuajados de flores. Curiosamente, estamos ante la parte trasera de varias viviendas cuya fachada principal se ubica en la calle Real.
En la parte norte nos encontramos con La plaza de la Alameda desde donde se puede ditinguir el perfil de un una réplica exacta de la carabela Santa María, con la que Colón llegó a América. En su interior, la exposición se divide en varias plantas tematizadas.
De visita obligada también es la Playa de Santa Cruz de La Palma, un extenso arenal de origen volcánico que contrasta con los vivos colores de la ciudad y el profundo azul del océano. Estamos ante una playa artificial y de reciente creación, se abrió al público en abril de 2017.
La fiesta de Los Indianos se celebra cada lunes de carnaval. Una cita ineludible en la que locales y visitantes se unen en una gigantesca marea blanca. Y de nuevo volvemos a sentir la conexión cubana. El carnaval de los Indianos palpita al ritmo de habaneras. Resulta que esta celebración, cuyos orígenes son bastante recientes, homenajea la figura de los indianos. Aquellos valientes que fueron a buscar una vida mejor al continente americano (especialmente a Cuba) y regresaron triunfantes y cargados de riquezas al lugar que les vio nacer.
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